lunes, 30 de enero de 2012

Cortito

Día laboral LUNES (Fin de enero).
Día de lluvia, adicionalmente.
Y además: compañero de vacaciones.

Actividad de casilla de mail laboral: nula (Yippiiii)

Resultado: LIBERTAD!!! LIBERTAD!!!! Vuelan los pájaros y como vuelan, vuelo yo también!!!

A la altura, el aire fresco y húmedo, la mañana gris perfecta.
Y cómo no ir con los ciclos, fundirse con la naturaleza. Si viene agua pa abajo, dejemos que nos humedezca, la fertilidad se desata, la fertilidad es crea-tividad.
Entre mis manos amaso arcilla y fuera la lluvia juega a estrellarse y fundirse en charcos.
Un poco de música francesa bajita, para darle tonos ocres al día y no empieza a cantar Edith que ya de la arcilla se ha desprendido un pájaro. Pequeño, tirita un poco (como cualquier recién nacido) y me dice que él es el gorrión de París, el alma y la voz de Edith Piaf. Cada decir del pajarito suena justamente como eso, "piaf!!".

Pero la arcilla sigue moviéndose y casi que me devora un dedo. Una enorme oruga ha crecido y reptando da vueltas por la mesa. Subo un poco el volumen de la música y prendo un cigarrillo.

CIGARRILLO???!!!
NOOO!!! Qué Cigarrillo!!!! Malo, caca.

Ahora una cabeza de cuyo diminuto cuello -diminuto sobre todo, para tal tamaño de cabeza- sale una mano, me habla y fuma un fino cigarrillo de arcilla. Son de la Habana, me dice. Es un rostro de mujer delgada y algo viciosa. Nariz afilada que empieza a caer por la edad; de la mueca de su boca se desprende que tiene facilidad para la ira.

Me fuma en la cara y me pregunta para que cuernos me abstengo de fumar si de todas maneras todos hemos de morir tarde o temprano. " Todos a la arcilla de vuelta ", dice y calla. Me da la nuca -porque espalda no tiene- y mira la ventana.

Visiblemente melancólica, le soy indiferente.

Entonces en un movimiento espontáneo, alzo la mano y la dejo caer a lo karateca sobre la arcilla. El pedazo que queda separado del masacote se mueve como una culebra pero aún no toma forma. Me pregunto interiormente qué es, le pregunto " QUË ERES ", pero oigo un murmullo que me recuerda al alemán, y la masa deja de moverse.

La miro con curiosidad. Acerco mi rostro a la masa. La huelo. Pareciera oler diferente. Me acerco otro poco y entonces QUE SUSTO, la masa abre un agujero y grita, grita con todas sus fuerzas y su aliento horripilante sobre mi rostro, NIETTTTTTTTTT -grita.

Erguida, el corazón palpitante, le digo que es una mal agradecida.

La masa estornuda, escupiéndome partículas de arcilla. Me limpio la cara. Le pregunto qué piensa hacer, si va a quedarse así informe o qué. Entonces, la boca se mueve pensativa, y de allí la arcilla se levanta, formando una pequeña señorita hermosa y esbelta, vestida a lo griego.

Se cruza de brazos, me mira con desprecio y me da la espalda. Se aleja a un rincón de la mesa, sentándose sobre la oruga que ha comenzado una siesta. Desde su improvisado sillón me saca la lengua y observa por la venta, el mentón alzado con orgullo.

Ya vas a ver, le digo tan sólo, y sigo amasando.

La tarde comienza, y pronto la mesa está poblada de seres y objetos. Un sacapuntas acosa a la mujercita griega, le dice guarangadas y le lame los pies. Un libro ha rodeado con sus páginas a la mujer del cigarrillo, le pide que lo reescriba, que no sea mala; la mujer lo amenaza con quemarlo con su cigarrillo, que la deja ya en paz.
Un esqueleto mira todo aquello y luego me mira a mi y sonríe. Yo le sonrío a él y creo un sillón que le ofrezco. El se sienta y me agradece. Me cuenta que ya no está tan cansado como antes de morir, la piel y la panza no le pesan. Me cuenta que hace mucho que no se divertía tanto con el espectáculo de la humanidad absurda y colorida. Son como niños, me dice. Yo ya no recuerdo cuando morí, agrega. Creo que fuí muy felíz, pero los últimos tiempos, estuve muy sólo, suspira.

Una mariposa sobrevuela todo cantando.
La mujer del cigarrillo la amonesta. Deja de volar porquería, grita. Eso!!, agrega la mujercita griega. Hoy es mi primer y único día de vida, dice la mariposa, no voy a dejar de volar ni de cantar.

Un martillo practica con sus hijitos clavos. Ven hijos, deben quedarse así tiesos, nada de correr por ahí, y yo los clavo en la madera, y así empieza su vida laboral de adultos. Entienden? pero los clavos corren y pinchan a los demás. Uno se ha clavado en una nalga de la mujer griega que grita de dolor, sorprendida. El sacapunta aprovecha, " yo puedo ayudarla " le dice con tono caballeresco, y tira del calvo-niño que ríe como loco y dice que ese lugar " es muy blandito ". Sacapuntas saca al clavo y aprovecha y da una nalgada a la mujer que sonrojada entre el dolor y la situación le agradece modosa.

La tarde declina, la lluvia se ha vuelto suave. Con el esqueleto nos hemos cansado de ver aquel espectáculo. Todos se han tranquilizado. La mujer del cigarrillo ha aceptado reescribir el final del libro, que contento hasta las lágrimas le agradece profusamente. Ahora tiene un final felíz, no uno amargo. La mujer al escribirlo, se ha transmutado. Pareciera que se hubiera desecho de mugre espiritual y con los ojos dulcificados y arrepentidos sonría levemente.
La oruga despertó y se devoró un pequeño árbol y luego a la mariposa.
La mujer griega condescendió a que el sacapunta intente tener relaciones con ella -claramente eso le fue imposible. Transpiró mucho rato y estalló en sollozos. Luego se retiró, yéndose a esconder en un rincón.

El esqueleto me sonreía cómplice cada tanto, mientras fumaba en una pipa.

Edith Piaf dejó de cantar y mi estómago comenzó a resonar desde sus profundas cavernas. Tengo hambre.

Observé la mesa donde unos dormían y otros roncaban. La pipa encendida del esqueleto había resbalado de sus manos y comenzaba a quemar el sillón. El esqueleto roncaba con fuerza.

Dije las palabras inmemoriales, para volverlo todo a su lugar de orígen y uní los pedazos de vida a la masa.

Otro día haré otro mundo.

La cena caliente me esperaba.


Días de lluvia fértil!!!

:D